En febrero, un equipo de paleontólogos de nuestra Universidad, Fundación Azara, CONICET y el Museo Paleontológico “Ernesto Bachmann” de Villa El Chocón de Neuquén, encontró en el norte patagónico, más precisamente en la formación geológica conocida como Bajada Colorada, una nueva especie de saurópodo a la que nombraron “Bajadasaurus pronuspinax”, en simultánea alusión a la localidad en la que fue hallado y a las largas espinas inclinadas hacia delante que caracterizan su cuello. Los resultados de su estudio fueron publicados en Scientific Reports. Ahora, el Honorable Senado de la Nación declaró de interés dicho hallazgo.
La nueva especie pertenece a la familia de los dicreosáuridos, distinguida por largas espinas que cubren su cuello y espalda como continuación de sus vértebras, y vivió a comienzos del Cretácico Inferior hace alrededor de 140 millones de años. A este grupo de saurópodos pertenece también Amargasaurus cazaui, especie que habitó el continente sudamericano unos 15 millones de años después que Bajadasaurus y que fue hallada en Neuquén en la década del 80 por el paleontólogo argentino José Bonaparte.
“La funcionalidad de las largas espinas en los dicreosáuridos es aún motivo de controversias entre los paleontólogos. Con el hallazgo de Bajadasaurus creemos que se puede arrojar claridad sobre algunas cuestiones”, afirma Pablo Gallina, investigador adjunto del CONICET en UMAI y la Fundación Félix de Azara y primer autor del trabajo distinguido. “La importancia de este estudio radica, entre otras cosas, en que nos permite conocer un poco más sobre los dinosaurios que habitaron la zona de Patagonia Norte mucho antes del reinado que ejercieron durante el Cretácico Superior grupos de dinosaurios como los saurópodos titanosaurios o los terópodos abelisaurios sobre los que sabemos mucho más. Es con este objetivo que desde 2010 venimos explorando la zona de Bajada Colorada donde encontramos rocas de 140 millones de años atrás”, destaca el investigador.