Científicos del CONICET, Fundación Azara y UMAI descubren en Chubut los restos de un titanosaurio que vivió hace 66 millones de años

El hallazgo se llevó a cabo en el marco de un proyecto financiado por National Geographic que busca proporcionar una visión más completa de los aspectos biológicos y ecológicos del mundo prehistórico en el que los dinosaurios vivieron y desaparecieron. El descubrimiento abre la puerta a futuras investigaciones que profundicen en la diversidad y evolución de estos majestuosos gigantes.

Un importante descubrimiento paleontológico ha sido revelado por un equipo de destacados paleontólogos, encabezados por los doctores Agustín Pérez Moreno, Leonardo Salgado, José Luis Carballido, Alejandro Otero y Diego Pol.

Este equipo, proveniente de instituciones como el Museo de La Plata (MLP), el Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG) de General Roca, el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) de Trelew, la Fundación Félix de Azara y nuestra Universidad han desenterrado los restos de un nuevo titanosaurio en la formación La Colonia.

Este titanosaurio recién descubierto, ahora conocido como Titanomachya gimenezi, lleva un nombre que evoca la Titanomaquia, la batalla mítica librada por los dioses olímpicos contra los titanes en la mitología griega, donde los titanes fueron finalmente derrotados. Este nombre es especialmente apropiado, ya que Titanomachya gimenezi procede de la época en que se extinguieron los titanosaurios. El epíteto específico «gimenezi» rinde homenaje a la fallecida Dra. Olga Giménez, quien fue la primera paleontóloga en estudiar los dinosaurios de la provincia de Chubut. Su legado en la investigación paleontológica ha dejado una huella imborrable, y esta denominación busca honrar su contribución pionera a la comprensión de la rica historia paleontológica de la región.

Las excavaciones que dieron como resultado este descubrimiento viene realizándose en los últimos años en la Provincia de Chubut e involucran a más de 15 personas que realizan expediciones anualmente a rocas que se conocen como Formación La Colonia. Este trabajo permitió recuperar elementos de los miembros anteriores y posteriores del nuevo dinosaurio, así como fragmentos de costillas y una vértebra caudal. El proceso de excavación fue minucioso y requirió dos campañas consecutivas, siendo los restos «embochonados» con camisas de tela de arpillera y yeso para su protección antes de ser trasladados a los laboratorios del MEF.

Este nuevo titanosaurio, es el más pequeño de Chubut y se estima que pesaba alrededor de siete toneladas, diez veces menos que los titanosaurios gigantes también encontrados en la región tales como Patagotitan mayorum.

A pesar de estar representado únicamente por elementos de las extremidades, Titanomachya exhibe características morfológicas únicas para un titanosaurio del Cretácico Superior. La morfología del astrágalo, nunca antes vista en otros titanosaurios, muestra rasgos intermedios entre Colossosauria y Saltasauroidea, destacando su importancia evolutiva. Además, estudios filogenéticos han revelado que Titanomachya es miembro del gran linaje de los Saltasauroidea.

La Formación La Colonia, conocida por ser el hogar del famoso Carnotaurus sastrei, ha revelado diversos fósiles, incluyendo dinosaurios carnívoros, ornitisquios, plesiosaurios, mamíferos, tortugas y otros reptiles. Titanomachya gimenezi se destaca como el segundo descubrimiento de un dinosaurio y el primero de un saurópodo en la Formación La Colonia. Este hallazgo no solo ofrece información crucial sobre las poblaciones de saurópodos en la Patagonia durante el final del período Cretácico, sino que también revela la diversidad de los ecosistemas de la región en ese momento.

El contexto histórico y geológico es fascinante, ya que Titanomachya habitó la Patagonia durante el Maastrichtiano, la última edad del periodo Cretácico, que precedió a la extinción masiva del K/T. La Formación La Colonia, donde se realizó el hallazgo, ha sido datada entre finales del Cretácico y principios del Paleógeno. Las reconstrucciones paleoambientales de la Formación La Colonia indican un ambiente estuarial o de albufera durante el Cretácico Superior. Se estima que Titanomachya gimenezi habitó este entorno, compartiendo espacio con una variada flora que incluía palmeras, plantas acuáticas con flores, árboles de Podocarpus y Araucarias.

Este emocionante hallazgo se llevó a cabo en el marco del proyecto “Fin de la Era de los Dinosaurios en Patagonia”, respaldado por la financiación de National Geographic. El objetivo de este proyecto es investigar todos los aspectos biológicos y ecológicos de la época en la que los dinosaurios no avianos se extinguieron. Titanomachya gimenezi marca el inicio de una serie de descubrimientos esperados en la Formación La Colonia. A medida que el proyecto avance, se anticipa la revelación progresiva de nuevas especies de dinosaurios, acompañadas de reconstrucciones paleoecológicas y ambientales que proporcionarán una visión más completa del mundo prehistórico en el que estos magníficos animales vivieron y desaparecieron.

En conclusión, Titanomachya gimenezi se erige como un descubrimiento intrigante que añade una nueva perspectiva a la rica historia de los dinosaurios saurópodos de la Patagonia durante el Cretácico Superior. Este espécimen único abre la puerta a futuras investigaciones que profundicen en la diversidad y evolución de estos majestuosos gigantes que poblaron la región hace millones de años.

Fuente: CONICET
Ilustración: Gabriel Díaz Yantén