Trabajar en el Malbrán en tiempos de coronavirus

Jorge Basiletti, docente de la carrera de Bioquímica de nuestra Universidad, es uno de los bioquímicos encargados de diagnosticar el coronavirus en el organismo público descentralizado que nuclea 10 institutos en todo el país.

“Admiro el trabajo que realizan nuestros científicos en el Instituto Malbrán, el mismo lugar en el que trabajaron dos Premios Nobel de Argentina: Bernardo Houssay y César Milstein. Sigan adelante. Los argentinos y las argentinas estamos en deuda con estos profesionales y técnicos. Una vez más, están haciendo historia”. Con estas palabras, el presidente de los argentinos, Alberto Fernández, felicitó, días atrás, a los profesionales de la “Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) Dr. Carlos Malbrán”. 

Fernández también los homenajeó en su cuenta de Twitter, el 10 de abril último, en el marco del “Día del Investigador Científico”; reconociendo su importante labor.

El Malbrán, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, fue el organismo que centralizó durante las primeras semanas de expansión del brote del COVID-19 el análisis de las muestras de los pacientes con síntomas y el que estuvo a cargo de las capacitaciones que permitieron que actualmente sean más de cien los laboratorios que realizan el test en todo el país.

“Antes de las descentralización, recibíamos entre 700 y 800 muestras por día y realizábamos 600 test que debíamos informar también diariamente”, detalla Jorge Basiletti, trabajador del Malbrán y docente de la carrera de Bioquímica de nuestra Universidad.

Basiletti es bioquímico, magister en biología molecular y virólogo. Forma parte del Servicio de Virus Oncogénicos del ANLIS Malbrán que trabaja en la búsqueda de métodos que permitan predecir, con la mayor exactitud posible, la posibilidad que tiene una paciente de desarrollar cáncer de cuello uterino. No obstante, por estos días, sus responsabilidades han cambiado: “En el Departamento de Virología somos alrededor de 70 personas -coordinadas por el Servicio de Virosis Respiratoria- y actualmente estamos todos abocados al procesamiento de muestras y diagnóstico para el coronavirus”.

El proceso para detectar si una persona con síntomas sospechosos es portadora de coronavirus comienza en el centro médico público o privado en el que se atienda, en donde se hace un primer testeo para descartar alguna otra virosis respiratoria, como gripe A o B. Cuando esas pruebas dan negativas, o si se presentan síntomas son muy característicos o se cumple alguna de las condiciones que indica el protocolo -como haber estado en contacto con algún enfermo confirmado-, las muestras se mandan a analizar al Malbrán o a los laboratorios del país autorizados.

“Estamos acá poniéndole el cuerpo a las muestras y haciendo los análisis”, dice Basiletti desde el Instituto, situado en el barrio porteño de Barracas. Y agrega: “de igual manera, es un trabajo en equipo: el personal de limpieza nos ayuda con la puesta a punto de los laboratorios, los técnicos nos dan una mano a la hora de preparar los reactivos, la receptoría que cataloga las muestras, etc”.

“La vacuna va a estar en algún momento”

Jorge Basiletti, profesor de la materia Virología, nos “recibió” por teléfono, en línea con lo que exigen estos tiempos de cuarentena obligatoria: 

Los bioquímicos no están siendo muy reconocidos…

Falta visibilidad para los bioquímicos, es cierto. La sociedad pone el foco en los médicos y en las enfermeras, y para nosotros que estamos en la trinchera haciendo el diagnóstico, poco reconocimiento; pero creo que está empezando a cambiar un poco esta idea de que los médicos hacen todo.

Es un rol muy dinámico el de los bioquímicos, ¿verdad?

El profesional lo hace dinámico, uno mismo, digamos. Los bioquímicos contamos con una base para desempeñarnos en muchas tareas, desde la biología molecular a análisis clínicos, en investigación, etc. La base con la que contamos hace que podamos desenvolvernos en diferentes situaciones, aprendiendo muy rápido.

Volviendo al Malbrán, ¿cómo encontró al instituto esta crisis?

El periodo 2015 -2019 fue muy difícil para nosotros. En los últimos años, todos los organismos dependientes del Ministerio de Salud fueron desfinanciados. El hecho de que el Ministerio se transformara en una secretaría, hizo que se achicara el presupuesto. El Malbrán lo sufrió mucho: menos presupuesto para infraestructura, una quita muy importante -del orden del 60%- para la adquisición y reparación de equipamiento y una drástica caída del salario, debido también a las bajas paritarias y a la inflación acumulada.

¿Cuál es tu visión? ¿Qué crees que va a ocurrir con esta crisis que estamos transitando?

Mi visión siempre fue optimista. Creo que hasta el momento las medidas tomadas fueron las correctas. El objetivo no era eliminar el virus, sino que el sistema de salud no se sature y que ante cualquier eventualidad tengas la cantidad de camas suficientes y los insumos necesarios para afrontarla. En las próximas semanas, van a comenzar a circular otros virus respiratorios y con todas las medidas que se están llevando a cabo, se busca, insisto, que el sistema no colapse. De hecho, el pico se esperaba para principios de abril, luego para mediados; y ahora para fines de mayo o primeros días de junio.

 ¿Y para cuándo la vacuna?

La vacuna va a estar en algún momento. Hay muchos países que están trabajando para el desarrollo y en algunos comenzaron con los ensayos clínicos, obviamente no va a poder ser para este año, seguramente sea una vacuna estacional como la de las influenzas; de hecho no creo que exista una única vacuna que te proteja para toda la vida, seguramente haya que hacer refuerzos todos los años.