La vitamina D podría representar una alternativa promisoria para prevenir o tratar la infección por COVID-19

Compartimos el resumen de un artículo de León Ferder y Felipe Inserra, vicerrector académico y asesor, respectivamente, de nuestra Universidad, publicado en la revista europea “Clínica e Investigación en Arteriosclerosis”.

La Sociedad Española de Arteriosclerosis tiene como uno de sus principales objetivos la investigación y la información actualizada sobre la arteriosclerosis y las alteraciones afines a esta patología. Actualmente, es una de las áreas de la medicina que mayor atención recibe por parte de los médicos. Para cumplir este objetivo, la Sociedad creó “Clínica e Investigación en Arteriosclerosis”, una publicación de carácter multidisciplinario que se ocupa tanto de los aspectos de las ciencias básicas como de la etiología, epidemiología, fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de la arteriosclerosis y procesos relacionados.

Recientemente, la revista publicó el artículo “El suplemento con altas dosis de vitamina D podría representar una alternativa promisoria para prevenir o tratar la infección por COVID-19”, cuyos autores son los doctores León Ferder y Felipe Inserra, vicerrector académico y asesor, respectivamente, de nuestra Universidad; Walter Manucha, de la Universidad Nacional de Cuyo y el IMBECU CCT Mendoza, del CONICET y Carlos Tajer y Javier Mariani, del Hospital El Cruce de Florencio Varela.

Compartimos el resumen:

El suplemento con altas dosis de vitamina D podría representar una alternativa promisoria para prevenir o tratar la infección por COVID-19.

Si bien carecemos de suficiente evidencia que justifique suplementar con vitamina D en la prevención y/o tratamiento de la infección por COVID-19, a la fecha resulta cada vez más factible que esta hipótesis sea válida.

Dos mecanismos básicos generales deberían ser considerados: Uno sería la acción anti-infecciosa e inmuno-moduladora que ejerce mejorando las barreras intercelulares por estímulo de la inmunidad innata, así también por modulación de la inmunidad adaptativa. También, la vitamina D reduce la producción de citoquinas inflamatorias como IL-2 e interferón gamma (INFγ). Más recientemente, se han demostrado múltiples efectos pleiotrópicos sobre las acciones de vitamina D a nivel anti-inflamatorio e inmuno-modulador. Esto explica resultados positivos en estudios con influenza, coronavirus y otras infecciones respiratorias.

Se ha descripto relación inversa entre niveles séricos de vitamina D y prevalencia de patología infecciosa respiratoria. De interés, otro abordaje mecanístico responde a considerar la inhibición del sistema renina-angiotensina-aldosterona, que se exacerba en la infección por COVID-19 debido a que el virus se une a la enzima ECA2, quedando disponible más angiotensina II para causar daño.

La vitamina D inhibe mediadores del SRAA -presente en todas las células del organismo-, y por inhibir la actividad ECA y aumentar la ECA2, disminuye los niveles de angiotensina II. Presentamos estudios con propuestas de dosis recomendadas de vitamina D y aunque no quede concretada una única guía, los posibles beneficios son promisorios.

Finalmente, el propósito de la presente revisión es compartir esta idea con profesionales de la salud para encender el debate y llamar a la reflexión crítica, de modo tal que se pueda contribuir con el emprendimiento de diseños clínicos adecuados para validar los beneficios de utilizar altas dosis de vitamina D en beneficio de la salud pública y sobre todo en tiempos de esta emergencia por COVID-19.