Entrevista a Ezequiel Castro, egresado de la carrera de Kinesiología y Fisiatría

Se graduó hace 4 años de UMAI y, desde entonces, ejerció su profesión en países como Estados Unidos, Holanda y México y trabajó con jugadores de fútbol de la talla de Lamela, Pareja o Lanzini.

¿Qué te motivó a estudiar Kinesiología?

Antes de terminar la secundaria, tuve una lesión importante en un tobillo por lo que fue necesario ir a tratarme a un consultorio durante varios meses, y entonces empecé a convivir con términos, aparatos, ruidos, ejercicios, etc. Cuando me recibí, interesado por lo que había hecho el kinesiólogo con pie, quise probar esta carrera.

¿Por qué elegiste nuestra Universidad?

Cuando me decidí por Kinesiología y Fisiatría, surgió la posibilidad de conocer la Universidad y realizar un recorrido por las instalaciones con el director de la carrera y me fascinó como estaba distribuido todo. Me resultó determinante la idea de poder interactuar con pacientes desde el primer año y el hecho de poder contar con un consultorio en la Universidad para las primeras prácticas profesionales. Obviamente, a medida que fue pasando el tiempo, la carrera me fue atrapando cada día más y la calidad de los profesores que tuve fue lo que terminó de darle forma a eso que buscaba.

¿Qué pasó desde que egresaste hasta ahora?

Mi carrera profesional empezó durante mi etapa de estudiante. Durante ese tiempo, tuve la posibilidad de comenzar como ayudante de kinesiólogo en Almagro, el equipo de la segunda división del fútbol argentino. Iba todos los días al club y me sirvió mucho para ver cientos de patologías diferentes. Cuando egresé, hace ya cuatro años, continúe formándome y metiéndome, poco a poco, en el mundo del deporte. Luego, empecé a viajar con jugadores de fútbol.

¿Con qué jugadores trabajaste?

Mi primera experiencia en el exterior fue en el club Sevilla (España), con Nicolás Pareja. Luego, tuve la oportunidad de trabajar en el West Ham United de Inglaterra, con Manuel Lanzini y, más tarde, en Tottenham (Inglaterra) con Erik Lamela. Además, ejercí mi profesión en Holanda, Estados Unidos, Chile y México. Es muy enriquecedor poder trabajar a la par con kinesiólogos de otras partes del mundo.

¿Qué te marcó en estos años?

Capacitarme con el Dr. Ramón Cugat, uno de los mejores traumatólogos y cirujanos del mundo.  Me abrió mucho la cabeza en cuanto a cómo actuar y razonar con diferentes lesiones y pacientes.

¿Qué consejo le darías a un chica/o de 18 años que está por comenzar una carrera universitaria como Kinesiología?

Creo que lo primero que le diría es que tenga paciencia al principio, siempre el primer año es complicado por que, obviamente, si no tuviste un estudio previo referido al cuerpo humano, muchas cosas van a ser nuevas y muy complejas, pero cuando por fin unís los conceptos e ideas que te van dando, comenzás a disfrutarlo. Es una carrera hermosa y realmente desde el día uno hay que tomarla como tu profesión y dedicarle muchas horas, pero es muy satisfactorio el poder ayudar a la gente que lo necesita, y con esto me refiero no solo a deportistas.

¿Cómo deseas que siga tu carrera?

Es una buena pregunta, siempre me propongo objetivos a corto y largo plazo, me gustaría seguir capacitándome para ir sumando conocimientos y nuevas ideas, para crecer no sólo como profesional sino también como persona. En un tiempo, también me gustaría poder volver brindar una charla para contar mi experiencia y que otros colegas puedan sumar otro punto de vista al que van generando.