Así fue el Curso gratuito de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en UMAI

Fue la primera actividad de 2019 del programa “Conociendo nuestra Salud”

En el marco del “Día de la Emergentología”, el pasado 31 de mayo tuvo lugar en la Universidad Maimónides un curso gratuito de RCP, abierto a la comunidad. Fue la primera actividad de 2019 del programa “Conociendo nuestra Salud”, una iniciativa de la Facultad de Ciencias de la Salud cuyo objetivo es integrar la educación y el trabajo de los estudiantes de las diferentes carreras que la componen, brindar atención primaria de la salud a la población y difundir el conocimiento.

El procedimiento RCP se aplica cuando una persona está inconsciente, no responde a estímulos y no presenta signos de respiración ni de latidos del corazón, por lo que la rapidez en reanimar es clave para que el paciente llegue vivo al hospital.

En el momento del hecho se debe llamar al servicio de Emergencias Médicas 107, y comenzar con compresiones fuertes y rápidas en el centro del pecho hasta la llegada de los profesionales.

La ley nacional N° 27159, sancionada y promulgada en 2015, exige regular un sistema de prevención integral de eventos por muerte súbita en espacios públicos y privados de gran tránsito de personas o de alto riesgo, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Pese a su existencia, esta ley todavía no se cumple en todos los ámbitos, pero su implementación se está expandiendo cada vez más.

Con el objetivo de reconocer y enfrentar situaciones de emergencia que ponen en riesgo la vida de una persona, y dar asistencia hasta la llegada de personal médico, durante la capacitación se enseñaron técnicas básicas, que incluyeron los métodos de utilización de los desfibriladores, y todos los participantes hicieron simulaciones sobre maniquíes.

El doctor Lucas Vallejos, docente de la carrera de Medicina de UMAI y uno de los coordinadores del curso, explicó que en los últimos tiempos hay una mayor concientización en la sociedad por capacitarse en RCP: “Hasta hace algún tiempo se enseñaba de un modo fijo y complejo solamente a los profesionales de la salud, lo que impedía que la población general se acercara. En la actualidad la técnica es más fácil de transmitir ya que se entendió la necesidad de simplificar los conocimientos. Mientras antes el eje estaba puesto en la ventilación, hoy se centra en el masaje. Asimismo, también contribuyó la difusión de desfibriladores, que producen mayor efectividad de la maniobra”

Muchos de los asistentes contaron que decidieron tomar el curso en la Universidad luego de presenciar muertes súbitas de familiares o en la vía pública, y por no dominar la técnica no pudieron salvar esas vidas.

Para otros, ésta fue la segunda o tercera vez que asistieron porque querían “actualizarse”. Es el caso de Rocío Salazar y Soledad López, estudiantes de la carrera de Enfermería: Ambas coincidieron en que hasta ahora, durante la maniobra intercalaban la respiración boca a boca con los masajes cardíacos.  En este ocasión aprendieron que en la actualidad solo es necesario utilizar las manos, una opción sencilla y eficaz en el caso de un paro cardiorespiratorio súbito.

Por su parte, la arqueóloga Sofía Gandini hizo su primer curso de RCP en el 2002  porque creía que era “importante”, hasta que lo consideró  “indispensable” luego del día en que en un restaurant su abuelo se atragantó y no pudo respirar: “Le hice la maniobra de Heimlich y salió todo bien” (Es un procedimiento de primeros auxilios para salvar la vida de alguien cuando presenta asfixia por atragantamiento).

Como una suerte de cadena de favores, esta capacitación que requiere de pocas horas de entrenamiento, es una expresión de solidaridad hacia y entre los integrantes de la sociedad. Es nada más y nada menos que velar por la vida de nuestros semejantes.

Por Sonia Herskovits